“Estamos dispuestos a dar la batalla”, afirmó Andrés L. Mateo, Premio Nacional de Literatura 2004, al referirse a la querella por difamación interpuesta en el Tribunal Federal Distrital de Miami, Florida, por el senador por San Juan de la Maguana, Félix Bautista, y la compañía SunLand Group, contra Mateo, Jaime Aristy Escuder y José Alejandro Ayuso.
Natalia Mármol
Bautista y la empresa iniciaron la acción por considerar que existe una “malsana intención de dañar sus reputaciones” con la publicación del libro “El Lado Oscuro de la SunLand” y alegan haber escogido un tribunal de Miami porque el libro se puso a circular allá, a pesar de que se habría puesto a circular originalmente en República Dominicana.
La querella, y posible denuncia de ser declarada admisible por dicho tribunal, estuvo acompañada de un acto de “requerimiento de retracción tendente a la demanda en difamación y daños en Miami, Florida”. La fecha de audiencia para establecer la admisibilidad de la misma todavía no ha sido pautada.
Escuder informa que han decidido asistir a las convocatorias y contratar “una reputada firma de abogados con el objetivo de defender el derecho del pueblo dominicano de conocer la verdad sobre los hechos que emanan de la Administración Pública”.
Asegura que las denuncias contenidas en el libro se fundamentan en una recopilación de documentos veraces y datos oficiales “concernientes a un contrato firmado en mayo de 2006 entre Félix Bautista, para ese entonces director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), y la empresa SunLand Corporation RD”.
La publicación revela, entre otras informaciones, un fraude perpetrado entre ambos actores por unos 150 millones de dólares en perjuicio del Estado dominicano. “El fardo de la prueba está invertido, quien tiene que demostrar ante la nación dominicana el origen de una riqueza tan obscena, tan descomunal en tan corto tiempo es quien nos ha demandado a nosotros”, advierte Mateo.
El intelectual ve en la batalla legal “un símbolo de la lucha contra la corrupción en este país que históricamente ha acogotado a la República Dominicana”. Enfrentarse a la “hegemonía de una práctica que tiene en la concepción patrimonial del Estado, una constante histórica” podría contribuir, entonces, a transformar de manera permanente esta realidad.
Condenó que “ministros, gobernadores, presidentes sean, sin ninguna duda, pequeños zares” y que no exista “históricamente un diferencia entre la riqueza pública y la riqueza de los líderes de turno”. Para Mateo este “es un país cuya característica es ser bizarro y aquí, lo sabe todo el mundo, son las palomas las que le tiren a las escopetas”.
Los afectados reconocen que los costos de llevar el caso “desbordarían” sus recursos económicos por lo que solicitan colaboración con la iniciativa motorizada por un grupo de amigos, bautizada “Comité de Apoyo Popular contra la Corrupción”, tendente a recaudar los fondos necesarios para cubrir parte del sacrificio económico que implicará el proceso.
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