jueves, 19 de diciembre de 2013

El PRD termina 2013 más dividido

El 2013 fue un año en que el Partido Revolucionario Dominicano (PRDregistró varios capítulos negros que manchan su historia política de 74 años y que erosionaron profundamente la imagen del partido blanco donde la unidad sigue siendo un espejismo. La mejor muestra de esa situación la reveló la encuesta Gallup en septiembre de este año, la cual establece que elPRD solo cuenta con el 21.1% de respaldo en la población.
Desde la óptica de las luchas internas, el presidente del PRDMiguel Vargas, tuvo ganancia de causa ante el sector disidente que encabeza el expresidente Hipólito Mejía.

En el presente año está registrada la expulsión del expresidente Hipólito Mejía de ese partido, en un juicio político con pocos precedentes en la historia partidista del país. El hecho se concretizó el 14 enero y también fue expulsado Andrés Bautista, mientras que Orlando Jorge Mera, secretario general, y Geanilda Vásquez, de organización, fueron suspendidos por dos años.
Solo 13 días después de ese hecho, el 27 de enero, la violencia estremeció ese partido cuando una reunión del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) que se efectuaría en la Casa Nacional terminó a balazos, pedradas y sillazos con un saldo de  ocho heridos y una profundización de la última crisis. El día tres de mayo se produjo una reunión entre Miguel VargasHipólito Mejía en la casa de José Miguel Soto Jiménez. La noticia del encuentro causó revuelo porque se esperaba que se produjera un acuerdo que condujera a la deseada unidad del PRD. Una segunda reunión entre ambos  tuvo lugar el cuatro de junio en la casa del médico José Joaquín Puello, supuestamente, para designar las comisiones que elaborarían el protocolo de entendimiento. Las expectativas de unidad duraron poco y los enfrentamientos entre Vargas y Mejía volvieron al punto inicial, luego que cada uno dio su propia versión sobre el supuesto acuerdo.
El primero de agosto, bajo estrictas medidas de seguridad se efectuó la reunión del CEN convocada por el presidente de esa organización, Miguel Vargas, en el Coliseo de Boxeo Carlos Teo Cruz. Paralelamente, el sector disidente encabezado por Mejía, realizó otra reunión del CEN en el Club los Prados, en la capital. Antes de la reunión que convocó Vargas varios dirigentes del sector disidente intentaron llegar a un acuerdo para que la reunión se hiciera conjunta, pero tampoco se logró, supuestamente, porque Vargas se negó a que se incluyera levantar las sanciones a los expulsados. Otros alegan que la heterogeneidad de intereses del sector disidente, donde cada cabeza de grupo tiene su propia agenda, fue lo que abortó el acuerdo.
Meses después, los contrarios de Vargas terminaron reconociendo la validez de la reunión que convocó en la que fue designada Peggy Cabral, como presidenta en funciones; Junior Santos, secretario general, y Aníbal García Duvergé, de organización. Una de las resoluciones aprobadas le otorgó pleno poderes a Vargas para sustituir y designar a las autoridades de distintos niveles que hayan cumplido el periodo para que  fueran designados.
Ese poder se convirtió en la principal arma de combate de Vargas para mantener el control de su partido. El sector disidente puso varios recursos de oposición en las cuentas bancarias del PRD que impidieron el retiro de recursos por unos tres meses. La acción tuvo un efecto contrario pues Vargas la usó como excusa para afirmar que esa situación había obstruido el desenvolvimiento de ese partido por lo que se retrasó en tres meses los preparativos de la convención fijada para el 23 de febrero del 2014.
Mientras Vargas se mantuvo removiendo las piezas de la estructura interna para garantizar el control de los organismos, Mejía estuvo en bajo perfil y su accionar se limitó a reuniones en distintas provincias del país que encabezó su vocero oficial, Héctor Guzmán.
La última acción del sector disidente contra Vargas fue depositar una instancia ante la Comisión Interamericna de Derechos Humanos (CIDH) que visitó el país en la que denuncia el secuestro del PRD. El grupo también informó que iniciará acciones judiciales en órganos internacionales contra Vargas y el supuesto secuestro de la justicia dominicana. En tanto, el presidente del PRD y el sector institucional le dieron “el tiro de gracia” del 2013 a sus contrarios al convocar de manera sorpresiva y realizar a vuelo de pájaro la reunión de la Comisión Política que escogió a Julio Maríñez como presidente de la Comisión Organizadora de la convención y fijó para junio la escogencia del nuevo presidente del PRD.
Crisis fragmentó papel opositor del PRD
Vargas ha anunciado que creará un gran bloque opositor con partidos políticos y entidades de la sociedad civil. Hasta ahora solo ha logrado el apoyo de V República, que encabeza el exministro de las Fuerzas Armadas, José Miguel Soto Jiménez, el Partido Verde de la Unidad Nacional (PVUN), el Partido Democrático Independiente (PDI) y Nacional de Veteranos y Civiles. La oposción de Vargas hasta ha sido tímida y se ha limitado hacer críticas a la política económica del Gobierno. Tiene un discurso centrado en hacer oposición constructiva. Mejía y Luis Abinader, que encabeza la tercer fuerza del PRD, hicieron amagos de conformar una convergencia ciudadana de oposición con varios grupos de lucha popular y proyectos de partidos políticos, pero hasta ahora ese proyecto se quedó en una sola reunión y sin resultados.

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