miércoles, 6 de noviembre de 2013

Miembro de la Asociación Dominicana de Ateos (ATEODOM)

Por Orbis Beltré.Contestando a un amigo que se fue de ATEODOM para la Sociedad Escéptica Racionalista (SER), porque en ATEODOM hay ateos como yo...



Amigo, si buscas una organización a tu imagen y semejanza, probablemente en algún momento tendrás que irte también de la Sociedad Escética Racionalista (SER), y luego de nuestro país, y luego del mundo, y luego volverte a ti mismo y poner candado.

ATEODOM tiene una filosofía como entidad, pero ATEODOM no puede garantizar  una membresía homogénea en cuanto a la forma que cada uno tiene de expresar sus ideas.
Por supuesto, algo que tenemos muy presente los ateos organizados en ATEODOM; algo que no eludimos ni vamos a eludir jamás, es que en ATEODOM se respete al ser humano, y que sin importar su credo, se le dispense un trato digno e igualitario. Todas y todos tienen garantizado en nuestra organización, el derecho de expresar sus ideas, lo que a su vez lo consideramos un deber ciudadano. En ATEODOM no existe el concepto de “verdad absoluta”; y no hay jefes ni subordinados.

No estoy de acuerdo con que se considere a  ATEODOM como una secta, pues allí no se coarta el derecho a la libre determinación, sino todo lo contrario, se promueve el diálogo y el debate de las ideas.

En mi caso, a través de mi particular visión, el propósito primero es exponer mis ideas a la deliberación, a la critica, a la beligerancia inquisidora de quienes tienen ideas diferentes . Y eso, tiene un fin: conocerme a mi mismo para saber quienes son los demás, que es el camino hacia una buena estructuración del pensamiento en busca de una verdad razonable. 

Considero que no es productivo en la actividad de pensar, pasársela diciendo " falano dijo y sutano dice". Aunque hay que reconocer que nos debemos a la ciencia, no debemos olvidar que la industria de la ciencia, o para decirlo mejor, la "fábrica de ciencia", tiene como todo en este mundo, un interés detrás del interés, en el que la política y los dueños de las riquezas del planeta, hacen sus apuestas. 

¿Qué pasaría con los ateos  que tienen en la figura de Richard Dawkins, la representación científica más elevada del ateísmo, si por casualidad o causalidad de la vida mañana se destapa diciendo que su opinión defendiendo el ateísmo se trató de una farsa, y que todo su trabajo científico apuntó siempre a que hay un Dios, el Dios judeocristiano, y que por eso él nunca fue ateo, sino mormón? ¿Todos van a decir "todos somos mormones"? 

No sería mi caso, porque entonces tendría que explicarme Richard Dawkins, de dónde salió ese dios judeocristiano, y el dónde del adónde del dónde de los posibles infinitos "de dónde". 

La duda no tiene límites; hasta de ella hay que dudar,  porque ni la sociedad ni el universo son inertes.

La ciencia podrá resolver muchísimas cosas, y entre esas cosas  –“por qué dudarlo”-  puede que un día "demuestre" que hay un dios. ¿Entonces los ateos irán tomados de la mano con la ciencia, luego de haberse tragado sus "la ciencia dice y por eso no creo que haya un dios", ante la burla y el sarcasmo de los religiosos a los que tanto rebatieron y que algunos incluso hasta ridiculizaron?  No,  porque ese Dios -seguiremos cuestionando-  ha de tener un padre, un abuelo, un bisabuelo,  una explicación que solo nos motivará más y más interrogantes, etc.  Y es que los ateos lo somos, no por cuanto pueda la ciencia poner al descubierto las mentiras religiosas, sino porque más allá de eso, nos acosa persistentemente una curiosa duda filosófica; y es en ella, en esa curiosa duda filosófica, y no solo en la ciencia, en donde ha nacido y tiene justificación el ateísmo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

De Interés Informacion