viernes, 25 de octubre de 2013

Los muertos siguen siendo del pueblo, pero no los mató el pueblo, los mató su enemigo.

Por Orbis Beltré.
Tras las recientes protestas, sociológicamente justificadas en cualquier forma que hayan sido, puesto que no espera tanto el mal, asistimos a la "Catedral endemoniada", a escuchar el sermón de la hipocresía olímpica del Mayor General Jefe de la Policía Nacional, Manuel Castro Castillo, que nos deja entrever cómo una vez más se resta plusvalía al gentilicio dominicano...



Tal parece que en nuestro país el cinismo y falta de criterio, es un artilugio ilimitado en la actitud y aptitud de por lo menos los funcionarios más importantes de todos los gobiernos que hemos tenido desde 1966 hasta hoy. 

Entre los más importantes funcionarios de todos los gobiernos que hemos tenido durante casi 50 años, no hay uno que nos merezca orgullo... pero hablando en esta oportunidad a motivos del actual Jefe de la Policía Nacional, quien se suma a la idiosincrasia criminal y asesina de sus predecesores Polanco Gómez, Guzmán Fermín y Candelier; cómo olvidar además, al Jaime Marte Martínez cómplice de la mafia policial que durante su gestión sacó el mayor provecho al robo de vehículos contra ciudadanos y empresas. 

Hay que vivir aquí para poder creer las cosas que pasan en nuestro país y no pasa nada. Hay que vivir aquí, porque de lo contrario, ningún ser humano en su sano juicio podría creer que una sociedad es capaz de soportar tanta ignominia. Pero algún día aquí "ajorcaremos" blancos. 

Algún día este pueblo se envalentonará y decidirá obligar por las buenas o por las malas a sus autoridades a dispensarle respeto. Algún día nuestras calles verán en sus calles, las calles parisinas de la Revolución!

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